The last twenty years have been a real revolution for contemporary art in Spain with art centres sprouting up all over the country, some of them in surprisingly small or remote locations, and new generations of artists surprising the previous with radically new outlooks and focuses on Spain’s artistic reality. In Madrid, serious contemporary art galleries could be counted with the fingers on one hand two decades ago, while today even after a cascade of closures due to the economic situation, the Spanish capital has more galleries than can be counted and even new ones opening.
Madrid is a world-class contemporary art hotspot and Spanish art is boiling with more steam than ever before, but little of this steam seems to travel beyond the country’s frontiers with Spanish artists on the whole being less known internationally than those of other comparable countries. Some efforts, though perhaps not enough or not good enough, have been made to put this right, the latest of which is a new ambitious publication titled Arte español contemporáneo 1992 – 2013 (Contemporary Spanish Art 1992 – 2013), which I’m pleased to say I have been included in with an image of my 2009 installation Akibiyori where I built a space that recreated a single film still taken from Yasujiro Ozu’s Late Autumn with a subtitled mirror in it so that so that viewer is suddenly turned into the protagonist of the movie when he or she stands under the spotlight.
Spanish contemporary art is finally making its way to the spotlight.
Los últimos veinte años han sido una auténtica revolución para el arte contemporáneo en España con centros de arte brotando por todo el país, algunos de ellos en localidades sorprendentemente pequeñas o remotas, y nuevas generaciones de artistas sorprendiendo a las anteriores con nuevos y radicales puntos de vista y enfoques sobre la realidad artística de España. En Madrid, las galerías serias de arte contemporáneo podían contarse con los dedos de una mano hace dos décadas, mientras que hoy incluso después de una cascada de cierres provocada por la situación económica, la capital española tiene más galerías de las que se pueden contar y no es raro presenciar nuevas aperturas.
Madrid es un punto caliente para el arte contemporáneo de nivel mundial y el arte español un hervidero que suelta más vapor que nunca, pero poco de este vapor parece trascender las fronteras del país, y los artistas españoles por lo general son menos conocidos internacionalmente que aquellos de otros países comparables. Algunos esfuerzos, aunque quizás no los suficientes o no lo suficientemente buenos, se han hecho para corregir esta situación, siendo la más reciente una ambiciosa publicación titulada Arte español contemporáneo 1992 – 2013, en la que me alegra haber sido incluido con una imagen de mi instalación de 2009 Akibiyori, en la que construí un espacio que recreaba un único fotograma de la película Otoño tardío de Yasujiro Ozu con un espejo subtitulado de manera que el espectador se convierte repentinamente en protagonista de la película al situarse bajo del foco.
El arte contemporáneo español se propone por fin ponerse bajo el foco.
Inside the book Arte español contemporáneo 1992 – 2013 / Interior del libro Arte español contemporáneo 1992 – 2013
Akibiyori, my installation that recreates a film still from Ozu’s movie and turns the visitor – that happens to be myself in this picture – into its protagonist.
Akibiyori, mi instalación que recrea un fotograma de la película de Ozu y convierte al espectador – en este caso yo mismo – en su protagonista.
4 comments
Sebastián Saavedra says:
ago 15, 2013
Que bien Simon,mi mas sincera enhorabuena!.
Simon Zabell says:
ago 16, 2013
¡Muchisimas gracias Sebastián!
Sebastián Saavedra says:
ago 18, 2013
Navegando por la red ya he encontrado el libro en una librería especializada, supongo que esta ya en todas!!!
Simon Zabell says:
ago 18, 2013
Si, creo que ya está disponible en muchos sitios aunque no es barato