It’s been Dutch painting for me over the last few months and one interesting thing I noticed is the huge contrast between the work of Jan Steen, who was born in Leiden in 1626, and Jan Vermeer who was born in Delft – some ten miles from Leiden – six years later. Two painters belonging to the same culture and the same generation.

The drunkenness and lack of self control in Steen’s neighbours from Hell painting known as The Merry Family seems logical considering that Holland was living its Golden Age of empire and global commerce. In contrast the religious austerity in Vermeer’s View of Delft, painted six years earlier, gives a sense of vulnerability and fear of God that seem to foretell the oncoming fall of Holland’s dominance at the hands of the British and French.

Everything in Vermeer’s painting seems to be going according to plan as every citizen silently plays his role while dark clouds lurk overhead in what seems a perfect representation of the corresponding hangover to Steen’s drunkenness.

 

 

 

jan_steen_family_familia_feliz Jan Steen, The Merry Family / La familia feliz, 1668. Image: www.rijksmuseum.nl

 

Vermeer_view_delft

Jan Vermeer, View of Delft / Vista de Delft, circa 1660. Image: www.mauritshuis.nl

 

 

 

Estos últimos meses han sido para mi una inmersión en la pintura holandesa y una cosa interesante que he notado es el enorme contraste entre la obra de Jan Steen, que nació en Leiden en 1626, y Jan Vermeer que nació en Delft – a unos dieciséis kilómetros de Leiden – seis años más tarde. Dos pintores pertenecientes a la misma cultura y la misma generación.

La embriaguez y falta de autocontrol en la pintura de Steen conocida como La familia feliz parece lógica considerando que Holanda disfrutaba de su Edad de oro de imperio y comercio global. En contraste, la austeridad religiosa de la Vista de Delft de Vermeer, pintada seis años antes, transmite una sensación de vulnerabilidad y temor de Dios que pudieran ser presagios de la inminente caída de la dominación holandesa a manos de ingleses y franceses.

Todo en el cuadro de Vermeer parece ir según plan, con cada ciudadano en su papel mientras acechan oscuras nubes en lo que se me antoja una perfecta representación de la correspondiente resaca a la borrachera de Steen.